lunes, 1 de septiembre de 2014

Hoy volvemos de vacaciones y...

Saludos, abrazos, besos… todo muy bonito y todos cargados de buenas intenciones. No está mal que las cosas sean así; pero a mi me ha dado por pensar y, mira por donde, voy a publicar un post.

Voy a rendir un pequeño homenaje a dos interinos con los que trabajé el año pasado.

Pero antes, y aprovechando vuestra atención, voy comentar la injusticia que se comete en Murcia con los interinos. Desde hace unos pocos años, la Consejería decidió (igual que otras Comunidades Autónomas) no contratar en el verano a los interinos que habían trabajado todo el curso. La Administración realiza una práctica que antes perseguía la Ley (no se si ahora también, ¡ha cambiado tanto España!), era esa práctica de despedir a los trabajadores en verano para que no pudieran decir que estaban contratados de manera indefinida, así no conseguían una serie de derechos (que no privilegios) derivados de esa condición.
Esos despidos han producido muchas incongruencias (por ejemplo, ¿quién examina a los alumnos en septiembre?) pero sobre todo ha sido injusto: ¡unos profesionales trabajan durante todo el curso lectivo y cobran, por el mismo trabajo que otros compañeros suyos, mucho menos dinero!

Obviamente algunas Comunidades Autónomas están dando marcha atrás (por ejemplo la Comunidad Valenciana), aunque en esas mismas Comunidades Autónomas se siguen cometiendo injusticias con ellos y con todos los docentes.

Pero vamos con lo de los homenajes, que si sigo por este camino me pongo de mala leche.

Empecemos. Patric, el interino que durante los últimos años ha gestionado el PCPI de Restaurante en mi Centro, se va definitivamente de él. Ha desaparecido ese PCPI (había tres PCPI’s). Era el PCPI que tenía mejores resultados académicos y era él que tenía más aceptación en la Comunidad Educativa, ¡ya no está! Es cierto que para valorar un PCPI no solo tenemos que mirar esos dos aspectos, también importa la socialización, la integración… y en estos aspectos, a mi juicio, son aceptables los resultados alcanzados por los tres PCPI’s. Pero esta mañana Patric no estaba en el Centro (y os garantizo que nunca fallaba, ¡cuando llegabas ya estaba allí!).

Pues bien, ese PCPI ha sido el único que ha desaparecido (en realidad los otros dos también han desaparecido porque se han transformado, según imponía la reforma Wert, en Formación Profesional Básica). Debe ser cosa de los recortes, o será por otros intereses ocultos, o… pero la realidad es que ha sido el único que ha desaparecido.

Eso me entristece, pero puede ser que solo me entristezca a mí. Yo al menos no he visto que padres (Asociación de Padres/Madres), alumnos (Asociación de Alumnos), Ayuntamiento (PP), oposición política (PSOE, IU…)… se hayan quejado. Quizás lo hayan hecho y yo no me he enterado. ¡Quizás hubiera servido de algo! Nunca lo sabremos.

También fue una lástima que en el último Claustro del curso, seguramente por un despiste, tampoco se dijera nada. Pero de poco vale lamentarse ahora, así que yo a lo mio.

Yo quiero hablaros de él. Hacía un gran trabajo con los alumnos y estaba muy bien integrado en el Centro. Destacaré solo tres cosillas (hay más, pero se me está haciendo muy largo el post)
· Su forma de trabajar generaba autoestima en los alumnos y por ello se esforzaban.
· Su forma de transmitir conocimientos, junto con el esfuerzo de sus alumnos, hacía que los resultados fueran positivos.
· Y por si esto fuera poco estaba muy implicado con las actividades/necesidades del Centro. Por ejemplo sus alumnos servían el aperitivo a los visitantes del IES: ponentes, políticos, alumnos y profesores de programas de intercambio…


La realidad es que debo de estar volviendo “carca”, porque no dejo de decirle a los compañeros/as lo mucho que aprendo de ellos. Prometo ser más comedido, porque creo que ya empiezo a ser pesadote. Sin ir más lejos, en el blog donde intento divulgar mi forma de entender la docencia de la Ciencia, escribí sobre un compañero (interino, pero podía no haberlo sido). Si te apetece leerlo, va sobre el "amor" que tiene este compañero por la Ciencia, pincha en “Me gusta… me emociona”

Pero, pesadote o no, quiero hablaros de otro compañero, para ser más exactos, compañera. Poneros en situación. A mitad de verano me preguntaron ¿habéis tenido un último detalle con vuestra Jefa de Departamento? La verdad es que se pensó ir todos juntos a comer el día del último claustro pero, por desgracia, no pudimos verla. No se si alguien habrá tenido un detalle con ella, pero yo, ni corto ni perezoso, continuaré con lo de ensalzar figuras “potentes” de la docencia.

Voy a hablaros de cómo he aprendido/disfrutado viendo trabajar a mi Jefa de Departamento (otra interina que hoy no estaba). He tenido muchos jefes (y por muchos he sentido admiración), pero la forma que tenía Paqui de ejercer la Jefatura del Departamento de Orientación me ha parecido impresionante.

A mi juicio combinaba tres cualidades con suma maestría:
- Profesionalidad. Destacando, desde mi punto de vista, las siguientes capacidades: Gestionar adecuadamente los debates, organizar adecuadamente los recursos, tener claros los objetivos y las obligaciones de su cargo y ejercer sus prerrogativas, autoanalizarse e intentar mejorar día a día, sugerir mejoras cada vez que se hacía un análisis, leerse todos los documentos asociados a su jefatura y dar su punto de vista… Resumiendo, creo que ejercía su cargo con habilidad, tanto delante de los profesores como delante de padres y alumnos. Y por supuesto creo que en más de una ocasión cometió errores, pero todos los cometemos ¿no?
- Agradable. Se comunicaba con sus compañeros de una manera agradable, no tenía malas caras ni buscaba enfrentamientos gratuitos, es de ese tipo de personas que es bien recibida en cualquier mesa. Yo no puedo decir que fuera del IES sea una buena amiga de sus amigos, no la conozco lo suficiente para poder decir eso, pero si que he observado que aquellas personas que comparten tiempo con ella fuera del IES la tienen en gran estima.
- Cariñosa. No solo es agradable, también es capaz de hacerte sentirte bien. Ha organizado cursos de baile en los que profesores que nunca habían pensado “atreverse a aprender a bailar” se lo han pasado pipa y se han sentido realizados (lo se porque me lo han contado); si te cruzabas con ella y te veía cara de preocupación (por algo de dentro o de fuera de IES) procuraba sacar tiempo para sentarse a escuchar; si se enteraba que algo era importante para ti, te preguntaba por ello…

Pues eso, voy terminando que me enrollo. Creo que es positivo que le hagamos llegar a la gente que admiramos las razones por lo que lo hacemos (quizás me estoy haciendo viejo). Os recomiendo que lo hagáis; y si además son interinos (los maltratados de la profesión docente) creo que es todavía más positivo.